¡Buenos días!

Seguimos en casa peleándonos con los virus y tenemos la suerte de poder decir que vamos ganando (¡bien!). De hecho, ya hay ganas de volver a la rutina, hasta el peque me dice que quiere ver a "Patiiiisssia", su profe. Pero os confieso que estos últimos días, tampoco lo estamos pasando mal. Una vez que la peor fase, de toses, fiebres a cualquier hora, clínex, antibióticos, ventolines y mucho sofá, pasó, comenzó la etapa de "El Rey León"... en bucle, de descubrir nuestro nuevo palomitero y llenar la casa de palomitas, de excursiones-de-garaje-a-garaje sin pisar la calle para no coger frío, de pasar tiempo juntos... 

Y así transcurren nuestros días, con alguna variante para mí: estar con él todo el día conlleva madrugar mucho más, aislarme durante la hora de la siesta y parte de la noche para poder sacar adelante el trabajo que hay que hacer sí o sí. Y agradezco la luz que entra por la ventana del estudio justo después de comer. Mi sobremesa transcurre entre fondos, objetivos, listas con mil tareas, facturas, cosas preciosas y un té para no dormirme en el intento. 

Y así van saliendo nuevas fotos para el proyecto que tantas ganas tengo de enseñaros. ¿Y sabes? En unos días retomo mi plumín y mis acuarelas. Pero eso ya es otra historia... Hoy prefiero que veas estas fotos, donde te enseño parte de mi lugar de trabajo. 

¡Que tengáis un feliz miércoles!