Hay veces que miro mi Instagram (@mylittlehannah) y veo que hay muchas fotos que no han aparecido en el blog. Es el momento en que pienso que he hecho muchas cosas y que no os las he ido contando.
Hoy, selecciono algunas y os cuento cosas de lo que vamos haciendo estos días. Porque desde el martes pasado, mi rutina cambió bastante. Miguel cogió vacaciones y acabó la guarde, con graduación incluida. En septiembre comenzamos una nueva aventura: ¡¡el cole!! Así que hay he dado la vuelta a mis horarios de trabajo y aprovecho cualquier momento del día para adelantar trabajo.
Como tenemos aún problemas con la tienda online (por cierto, parece que esta semana podrá volver a estar activa, os avisaré en cuanto volvamos), me estoy centrando en sacar adelante todas las novedades que quiero presentar en septiembre: nuevas colecciones que van tomando forma, con packagings muy especiales. Estoy haciendo pruebas de todo: etiquetas, diseños de complementos...
Para poder hacerme con nuevos materiales para la línea de complementos de otoño, no dudé en ir a la que para mí es la tienda de cuentas más bonita de Madrid: Por tu cuenta, de mi amiga Irene. Me llevé a casa un buen surtido de macramé y algunas cuentas. Ya estoy probando nuevas combinaciones, como la que ves a continuación:
Estando la shop cerrada, tengo más tiempo para dedicar a colocar el stock y a algo que me gusta: tutoriales para el blog y proyectos craft. Estoy fotografiando muchísimo y me encanta. Y en Instagram podéis ver algunos adelantos de los resultados y del proceso en sí.
Y además, muchos de los recados que hago, ya no los hago sola, sino que tengo un acompañante de lujo. Con solo tres años, Miguel me está demostrando lo mucho que ha crecido. No es porque sea mi hijo, pero tengo la suerte de poder llevarle a cualquier sitio. Incluso por las noches, cuando a mí me toca trabajar, se sienta a mi lado y dibujamos.
Y el sábado, como recompensa a una semana bastante intensa, salimos los tres a cenar junto con unos amigos. Visitamos un sitio nuevo, cerquita de casa. Recuerdo que yo iba algo desganada. Este calor me está matando y me siento más debilucha de lo normal. Pues reconozco que fue como una inyección de adrenalina. ¡Salí como nueva! Cenamos de diez y nos atendieron de doce. El sitio se llama Alright y es un restaurante americano, con algunos platos especiales fuera de carta absolutamente espectaculares, como el que ves en la foto: risotto con apio, calabacín y trufa. Una maravilla para los sentidos. Muy, muy recomendable. Esperamos poder volver muy pronto y prometo un post especial para que podáis ver el sitio con detalle.
¡Que tengáis un feliz martes!
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