¡Hola a todos!
Llevamos ya camino de dos semanas de confinamiento en casa y cada uno lo llevamos como podemos. Para mí, los primeros días fueron muy complicados, pero al cumplir el quinto día en casa, todo se dio la vuelta. Comenzamos a ser conscientes de que teníamos una nueva rutina y los niños se han ido adaptando a ella muy bien. Esto, de verdad, nos ha facilitado muchísimo las cosas.
Pero hay momentos duros y hoy quiero hablarte de una herramienta que puede ayudarnos a pasar el día a día, a ser conscientes de lo positivo que tenemos y, por qué no, a conocernos un poquito más. Hablo de los diarios de gratitud.
Crear un diario de gratitud es una rutina que puede ayudarte a mantener un equilibro entre el cuerpo y la mente y a mejorar tus relaciones sociales. No necesitas más que un cuaderno y un bolígrafo. Que la excusa de no comenzar un diario de gratitud nunca sea que no tienes tiempo para hacerlo bonito, porque no es necesario.
Cada día podemos encontrar aunque sean un par de minutos para escribir aquello por lo que estamos agradecidos. Hay estudios psicológicos que han demostrado que emplear un ratito antes de acostarse ayuda a conciliar mejor el sueño y a conseguir descansar más y mejor.
Cómo comenzar tu diario de gratitud
Aparte de tener un cuaderno y un bolígrafo a mano, es importante que pienses qué quieres conseguir a través de él. Esto es un ejercicio de autoconciencia, que puede ayudarte a nivel personal y profesional. Tú marcas las metas.
Recuerda que lo que escribas no debe quedar solo en papel, sino que el hecho de escribirlo tiene que ser una forma de asimilarlo, de interiorizarlo y de llevarlo a la práctica. Y te pongo un ejemplo: hoy, yo doy gracias por mi familia: mis padres están sanos (siendo población de riesgo), los niños están fenomenal, nosotros también. Estamos pasando mucho rato los cuatro y, aunque echamos de menos a los abuelos, hablamos mucho con ellos, les contamos cosas... Por supuesto que hay momentos de berrinches, de ratos complicados, de"noquieros" con los deberes... Pero estamos bien y juntos. Y esa es una sensación maravillosa si realmente somos conscientes de ella.
En los campos de la psicología y de la psiquiatría, estos diarios de gratitud se han incorporado como parte de algunos tratamientos, como diarios terapéuticos.
La búsqueda de los aspectos positivos de cada situación que nos ocurre ayuda a no caer en la negatividad, a buscar siempre la parte buena de las cosas y refuerza una actitud constructiva. Créeme cuando te digo que este tipo de diarios pueden convertirse en una herramienta de autoayuda, y más en las circunstancias excepcionales que estamos viviendo desde la declaración del estado de alarma a consecuencia del COVID-19.
Recuerda incorporarlo a tu rutina, de una forma natural, escoge una meta, actitud, pensamiento o situación por la que sientes gratitud. Y da rienda suelta. Mi diario de gratitud incluye un collage, en el que queda reflejado el concepto que sobre el que quiero profundizar.
Espero que este post te haya servido y que te animes a dar forma a tu diario de gratitud desde hoy y cada día. Los beneficios pueden ser muy grandes. Y recuerda: solamente si tú cambias, podrás cambiar el mundo.
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